Aunque los tiempos han cambiado , siempre se mantiene el proverbio chino, 8 horas dormir, 8 horas trabajar y 8 horas para ti , suponiendo que en ese periodo de tiempo lo compartes estudiando, conversar con los amigos, la chica por allí, el chico por allá y en fin , pero también se invierte tiempo en el cuidado personal, pero la pregunta es ¿cuánto vale tu trabajo? , porque si uno se pone a pensar , el trabajo esta involucrado en todas las áreas, inclusive a muchas personas también le toma trabajo dormir( no es mi caso ,felizmente), entonces solo tomaremos nuestro trabajo de 8 horas laborables.
Cansado de un fin de semana agotador, preparados con las ganas de no ir mañana a trabajar , esperando que suceda algo trascendental que evite el levantarse temprano y ordenar todo para la semana ,es así que el día domingo es un día donde realmente se trabaja tal vez más que en nuestro dichoso trabajo.
Quién de nosotros se levanta temprano y dice, estoy feliz de ir a trabajar hoy lunes, nunca falta alguno por allí que dirá: Ese soy yo, yo si lo hago! entonces te digo espérate, a ver si dentro de 4 años de trabajar en el mismo lugar vas a decir lo mismo(jejeje).La cosa es que por más que no queramos ir a trabajar, iremos, y aquí viene la parte valorativa, ¡cuánto vale tu trabajo! , realmente vale muchisisisisimo, ¿pero se habrán dado cuenta mis jefes, coordinadores, supervisores, etc., que están frente a un potencial y que no saben aprovecharlo?
Muchas veces nuestra experiencia y el estudio se combinan y nos facilita cualquier tipo de trabajo, a veces somos juzgados por nuestros jefe incluso por nuestros compañeros de trabajo como personas relajadas, desvinculadas con los objetivo, pero no es así, no siempre aquella persona que la suda es aquella que más trabaja en la empresa.
Me acorde de una historia muy simpática y algo asi es :
Cansado de un fin de semana agotador, preparados con las ganas de no ir mañana a trabajar , esperando que suceda algo trascendental que evite el levantarse temprano y ordenar todo para la semana ,es así que el día domingo es un día donde realmente se trabaja tal vez más que en nuestro dichoso trabajo.
Quién de nosotros se levanta temprano y dice, estoy feliz de ir a trabajar hoy lunes, nunca falta alguno por allí que dirá: Ese soy yo, yo si lo hago! entonces te digo espérate, a ver si dentro de 4 años de trabajar en el mismo lugar vas a decir lo mismo(jejeje).La cosa es que por más que no queramos ir a trabajar, iremos, y aquí viene la parte valorativa, ¡cuánto vale tu trabajo! , realmente vale muchisisisisimo, ¿pero se habrán dado cuenta mis jefes, coordinadores, supervisores, etc., que están frente a un potencial y que no saben aprovecharlo?
Muchas veces nuestra experiencia y el estudio se combinan y nos facilita cualquier tipo de trabajo, a veces somos juzgados por nuestros jefe incluso por nuestros compañeros de trabajo como personas relajadas, desvinculadas con los objetivo, pero no es así, no siempre aquella persona que la suda es aquella que más trabaja en la empresa.
Me acorde de una historia muy simpática y algo asi es :
Un ingeniero que fue llamado a arreglar una computadora muy grande y extremadamente compleja... una computadora que valía 12 millones de dólares. Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el aparato. Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo. Entonces encendió de nuevo la computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente. El presidente de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.
- ¿Cuánto le debo? - preguntó.
- Son mil dólares, si me hace el favor.
¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos momentos de trabajo? ¿Mil dólares por apretar un simple tornillito? ¡Ya sé que mi computadora cuesta 12 millones de dólares, pero mil dólares es una cantidad disparatada! Le pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que lo justifique.
El ingeniero asintió con la cabeza y se fue. A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el acto, sin chistar.
La factura decía:
Servicios prestados:
Apretar un tornillo........................ 1 dólar
Saber qué tornillo apretar................. 999 dólares
- ¿Cuánto le debo? - preguntó.
- Son mil dólares, si me hace el favor.
¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos momentos de trabajo? ¿Mil dólares por apretar un simple tornillito? ¡Ya sé que mi computadora cuesta 12 millones de dólares, pero mil dólares es una cantidad disparatada! Le pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que lo justifique.
El ingeniero asintió con la cabeza y se fue. A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el acto, sin chistar.
La factura decía:
Servicios prestados:
Apretar un tornillo........................ 1 dólar
Saber qué tornillo apretar................. 999 dólares
Muchas veces la experiencia nos hace ser libre del cansancio y la fatiga, por eso un consejo...Si nunca quieres trabajar, entonces estudia lo que te fascine, solo así harás las cosas divirtiéndote y nunca lo veras como un trabajo.
pero TU SABES ¿CUANTO VALE TU TRABAJO?
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